El desempleo juvenil en China mantiene cifras preocupantes con una tasa del 15,8% entre los jóvenes de 16 a 24 años, una realidad que ha dado origen a un fenómeno inédito en el país asiático. Miles de jóvenes chinos pagan entre 30 y 50 yuanes diarios (4 a 7 dólares) para asistir a oficinas falsas donde simulan trabajar, buscando mantener una rutina laboral y combatir el impacto psicológico del desempleo.
Estas «empresas de trabajo fingido» ofrecen escritorios, conexión Wi-Fi, espacios de almuerzo y, por una tarifa adicional, tareas ficticias e incluso simulaciones de conflictos laborales. Los servicios incluyen supervisores falsos y escenarios de tensión laboral actuados, creando un ambiente que replica fielmente un entorno de trabajo convencional. Este mercado emergente ha encontrado particular aceptación en ciudades como Beijing, donde el alquiler de espacios de oficina resulta más accesible.

¿Cómo enfrentan los jóvenes chinos el desempleo?
El fenómeno se consolidó durante 2025 como respuesta directa a una crisis laboral que afecta especialmente a los más jóvenes. El desempleo juvenil se mantiene por encima del 14%, mientras que la tasa general del país se ubica en 5%. Los participantes de estos espacios explican que acuden por diversas razones: algunos por curiosidad, otros porque resulta más entretenido que permanecer en casa, y varios como preparación para un futuro empleo real.
La presión cultural juega un papel fundamental en este comportamiento. En China, el trabajo no representa únicamente una fuente de ingresos, sino que constituye un componente esencial del estatus social y la identidad personal. Para muchos jóvenes, mantener una rutina, vestirse como oficinistas y compartir un espacio con otros en situación similar genera una sensación de pertenencia que alivia el estrés asociado al desempleo prolongado.
¿Qué revela este fenómeno sobre el desempleo juvenil?
El auge de estas oficinas falsas evidencia la complejidad del problema laboral juvenil en China y sus consecuencias psicosociales. En un mercado laboral saturado de graduados universitarios, donde este año se incorporaron 11.8 millones de nuevos profesionales, la competencia por empleos formales se ha intensificado dramáticamente. Los jóvenes enfrentan no solo la incertidumbre económica, sino también el estigma social asociado al desempleo en una cultura que valora profundamente el éxito profesional.
Este fenómeno refleja una generación que busca alternativas creativas para mantener su bienestar mental y prepararse para oportunidades futuras. Aunque pueda parecer inusual, estas oficinas proporcionan estructura, networking informal y un espacio para desarrollar habilidades interpersonales que podrían resultar valiosas en el mercado laboral real. La popularidad creciente de estos espacios demuestra que el desempleo juvenil requiere soluciones que vayan más allá de las políticas económicas tradicionales.
RESUMEN
- Jóvenes en China pagan por simular tener empleo
- Oficinas falsas ofrecen Wi-Fi y tareas ficticias
- El desempleo juvenil alcanzó el 16.5% en 2025
- Se busca mantener rutina y autoestima
- Algunos lo ven como práctica para un futuro empleo
- La presión cultural intensifica la necesidad de aparentar
También te puede interesar: Museo causa furor por abrir sus puertas al desnudo total