Un fenómeno cultural sin precedentes está ocurriendo en Francia, donde el Museo de las Civilizaciones Europeas y Mediterráneas de Marsella ha inaugurado «Paraísos naturistas», una exposición que no solo muestra el nudismo como forma de vida, sino que permite a los visitantes experimentarla en primera persona, recorriendo sus instalaciones completamente desnudos.
La innovadora muestra, que reúne 600 fotografías, videos y objetos cotidianos relacionados con la práctica naturista, representa un hito en la forma de experimentar el arte. Con un costo de entrada de 12 dólares, la inauguración atrajo a 80 personas que caminaron sin ropa por los pasillos del recinto cultural, transformando la manera tradicional de apreciar una exhibición museística.
¿Por qué un museo ha decidido permitir la desnudez total entre sus visitantes?
Francia, reconocida como el primer destino turístico mundial para naturistas, ha visto crecer en los últimos años una nueva tendencia hacia el desnudo en entornos naturales. Su clima templado y acceso a tres mares han facilitado el establecimiento de importantes comunidades nudistas, contexto que el museo aprovecha para esta exposición inmersiva que difumina la línea entre el arte exhibido y quienes lo contemplan.
«Cualquiera que desee visitar el museo completamente vestido durante esas horas podría ser considerado un poco raro», comentó un portavoz del museo, evidenciando cómo esta iniciativa invierte temporalmente las normas sociales convencionales, convirtiendo lo inusual en la nueva norma dentro del espacio museístico.
¿Cuáles son las reglas que deben seguir los visitantes en este museo de desnudos?
A pesar de la libertad que ofrece esta experiencia cultural, existen algunas normativas básicas. Eric Stefanut, representante de la Federación Francesa de Naturismo (FFN), explicó que el único requisito es llevar calzado, una medida práctica para evitar posibles lesiones como astillas. Esta simple regla refleja el equilibrio entre la filosofía naturista y las necesidades básicas de seguridad en un espacio público.
La exposición «Paraísos naturistas» no solo representa una innovación museística, sino que también funciona como una ventana educativa hacia el movimiento naturista, sus valores y su evolución histórica. Al permitir que los visitantes experimenten el naturismo mientras aprenden sobre él, el museo crea una experiencia inmersiva que trasciende la contemplación pasiva, invitando a una reflexión más profunda sobre el cuerpo humano, los tabúes sociales y las diferentes formas de relacionarse con la naturaleza.
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