En una sorprendente tendencia que ha comenzado a generar debate en el mundo del fitness, algunos fisicoculturistas están recurriendo al consumo de leche materna como su nuevo suplemento «secreto» para incrementar su masa muscular. Esta práctica, que ha emergido principalmente en Estados Unidos, está generando tanto interés como preocupación entre expertos y profesionales de la salud.
La demanda de este peculiar suplemento ha creado un mercado informal donde madres lactantes pueden llegar a generar ingresos de hasta $1,200 dólares mensuales. Sitios web como Onlythebreast.com han incorporado secciones específicas para esta demanda, mientras que plataformas como Craigslist se han convertido en puntos de encuentro para compradores y vendedoras.

Los defensores de esta tendencia argumentan que la leche materna contiene altas concentraciones de hormonas de crecimiento y nutrientes especializados. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde los supuestos beneficios para adultos, y la comunidad médica ha expresado serias preocupaciones sobre esta práctica.
Los riesgos detrás de la nueva obsesión de los fisicoculturistas
La directora del Banco de Leche Materna en Northwets, Joanne Ranson, ha advertido sobre los peligros potenciales de adquirir leche materna a través de internet, señalando riesgos como la transmisión de enfermedades infecciosas, incluyendo el VIH. La falta de regulación en Estados Unidos hace que esta práctica opere en un área legal gris, potencialmente poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
Mientras algunos fisicoculturistas aseguran que este método les ayuda incluso con condiciones como la psoriasis, otros dentro de la misma comunidad rechazan categóricamente esta práctica. El debate ha llegado hasta foros especializados como bodybuilding.com, donde se promociona como un suplemento revolucionario.
La controversia ha llevado a cuestionar no solo la efectividad de este método sino también sus implicaciones éticas, considerando que podría afectar la disponibilidad de leche materna para los bancos de leche destinados a bebés que realmente la necesitan.