Una misteriosa enfermedad cambió drásticamente la vida de Shanyna Isom en 2009, cuando a sus 32 años comenzó a experimentar un fenómeno médico sin precedentes: el crecimiento de uñas en lugar de pelo por todo su cuerpo. Este caso único, documentado en el Centro Médico de la Universidad Johns Hopkins, ha dejado perplejos a los especialistas durante años.
Todo comenzó tras un severo ataque de asma que requirió tratamiento con esteroides. La paciente desarrolló una reacción alérgica que desencadenó un picor incontrolable y la aparición de costras negras en su piel. Los médicos locales en Memphis se vieron superados por la complejidad del caso, llegando incluso a sugerir que esta condición sería permanente.

Tras años de búsqueda de respuestas, los especialistas de Johns Hopkins descubrieron que el cuerpo de Shanyna produce 12 veces más células formadoras de uñas que una persona normal, una anomalía nunca antes vista en la literatura médica.
El largo camino hacia la recuperación y las uñas que cambiaron su vida
Un nuevo tratamiento en Johns Hopkins ha logrado controlar parcialmente el crecimiento anormal de las uñas, aunque las secuelas físicas persisten, principalmente en su rostro, que presenta un aspecto similar a una quemadura solar severa.
El impacto económico ha sido devastador para la familia Isom. Con facturas médicas que superan el millón de dólares y la necesidad de cuidados a tiempo completo, su madre se vio obligada a dejar su trabajo como recepcionista médica, agotando todos sus ahorros en el proceso.
Ante esta situación, Shanyna y su madre fundaron la Fundación EFS para apoyar a personas con enfermedades misteriosas, recibiendo el respaldo de figuras públicas como Anderson Cooper. A pesar de los desafíos, Shanyna mantiene la esperanza mientras continúa su lucha contra esta extraordinaria condición médica.
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