En Fort Lauderdale, Florida, una controvertida ley prohíbe alimentar a personas en situación de calle, y Arnold Abbott, un sacerdote de 90 años, está pagando el precio por desobedecerla.

Enfrenta 60 días de cárcel por desafiar una polémica ordenanza en EE.UU.

El religioso enfrenta hasta 60 días de cárcel y una multa de 500 dólares por continuar con su labor humanitaria.

«Estoy totalmente convencido de que soy el guardián de mi hermano. El amor al prójimo debe ser como el amor por uno mismo», declaró Abbott, quien cada semana prepara cientos de comidas para los más necesitados desde la cocina de la Iglesia Santuario.

Pero no está solo en esta lucha. Otro pastor, Wayne Black, también fue imputado por el mismo motivo. «Creemos firmemente en la enseñanza de Jesús, que nos dice que debemos alimentar a sus ovejas», afirmó Black.

El alcalde de Fort Lauderdale, Jack Seiler, defendió la medida asegurando: «Aquí hacemos cumplir las leyes». Sin embargo, Abbott ya desafió con éxito al gobierno en 1999, cuando ganó una demanda que le permitió seguir ayudando a personas sin hogar en la playa.

Pese a la amenaza de prisión, el cura se mantiene firme: está dispuesto a apelar y, aunque no quiere ser arrestado, dice estar preparado para ello. Mientras tanto, planea seguir haciendo lo que siempre ha hecho: alimentar a quienes más lo necesitan.

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