Mandarse textos de vez en cuando esta bien, el problema es cuando se convierte en un patrón de dependencia, generando más problemas.
Los mensajes de texto ponen cierta distancia y pueden ser espacios de relativa confianza para abordar temas complejos, molestias o tratar algunas situaciones cotidianas.
Entre menos mensajes intercambien las parejas y más conversaciones profundas tengan en persona, su relación será más estable e intima.
«Ya sea que una relación recién esté comenzando o bien establecida, tener reglas o normas claras sobre cómo ocurrirán los mensajes de texto puede evitar algunas de las frustraciones que la tecnología puede introducir en la mezcla», explicó la psicóloga.