En un rincón de Nagaizumi, Japón, se encuentra un espacio verde tan diminuto que ha capturado la atención mundial. Con solo 0.24 metros cuadrados, este parque ha sido reconocido oficialmente por Guinness World Records como el más pequeño del planeta, superando al anterior poseedor del título, el Mill Ends Park de Portland, Oregón, que mide 0.29 metros cuadrados. ​

Un parque que cabe en la palma de la mano

Este minúsculo parque, creado en 1988, nació de la inspiración de un empleado municipal que, tras visitar Estados Unidos y conocer el parque de Portland, propuso desarrollar un espacio aún más reducido en Nagaizumi. A pesar de sus dimensiones, el parque cuenta con una entrada, un pequeño banco y vegetación, ofreciendo un lugar de descanso tanto para locales como para turistas. ​

La certificación oficial de Guinness World Records se obtuvo después de que las autoridades locales contrataran a un topógrafo profesional para medir con precisión el área del parque. La ceremonia de reconocimiento contó con la presencia de figuras destacadas del municipio, quienes expresaron su deseo de mantener y embellecer este singular espacio para atraer a más visitantes y fortalecer la identidad local. ​

Este reconocimiento no solo pone a Nagaizumi en el mapa mundial, sino que también resalta la creatividad y el ingenio de la comunidad japonesa al transformar un espacio mínimo en un símbolo de orgullo y atracción turística. El parque más pequeño del mundo es un ejemplo de cómo, incluso en los lugares más reducidos, se puede crear un impacto significativo.

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