La industria de la belleza animal ha alcanzado un nuevo y sorprendente nivel en Corea del Sur, donde los dueños de mascotas están invirtiendo miles de dólares en procedimientos quirúrgicos para «embellecer» a sus adorados compañeros peludos. Esta tendencia, que va más allá de lo convencional, está generando debates intensos sobre los límites éticos del amor animal y la modificación corporal.
¿Vanidad o crueldad? La nueva moda que divide opiniones sobre el cuidado de las mascotas
Los procedimientos más populares incluyen intervenciones que van desde el acortamiento de colas y recorte de orejas hasta tratamientos más complejos como reducción de grasa, eliminación de estrías, alisado de arrugas e incluso inyecciones de botox. Los precios oscilan entre los 60 y 1,000 dólares, dependiendo de la complejidad de la intervención y la clínica veterinaria elegida.

Un dato revelador es que esta práctica no surge de la nada. Corea del Sur, conocida mundialmente como la capital de la cirugía estética humana, ha extendido su obsesión por la perfección física al reino animal. Los veterinarios locales argumentan que estos procedimientos, que antes se realizaban únicamente por razones médicas, ahora se practican principalmente por motivos estéticos, con la aprobación de algunos profesionales de la salud animal.
La justificación de los defensores de estas intervenciones es controversial. Algunos veterinarios sostienen que el dueño tiene «derecho» a embellecer a su mascota, mientras que otros profesionales y organizaciones de protección animal advierten sobre los riesgos potenciales de estos procedimientos puramente cosméticos. La línea entre el cuidado animal y la modificación estética se vuelve cada vez más difusa.
Esta tendencia refleja un fenómeno cultural más amplio donde las mascotas son vistas casi como extensiones de la imagen personal de sus dueños. La búsqueda de la perfección estética ya no se limita a los humanos, sino que se ha expandido al mundo animal, generando un mercado millonario de transformaciones caninas que desafía la comprensión tradicional del cuidado y amor hacia las mascotas.
El debate ético continúa abierto: ¿Es esta una muestra de amor extremo o una práctica que cosifica a los animales, sometiéndolos a intervenciones innecesarias? Mientras tanto, en Corea del Sur, los quirófanos veterinarios siguen recibiendo a pacientes peludos dispuestos a someterse a las últimas tendencias de la cirugía estética animal.