Normalmente nos fijamos más en el insulto que leemos en Facebook que en la persona que nos regaló un saludo amable. Antes de dormir, recordamos solo la crítica o regaño de nuestro jefe, la mala conducta de nuestro hijo adolescente o aquel cometario tóxico de un compañero.
Llevamos las críticas impregnadas en la mente, y éstas en muchas ocasiones desplazan a los pensamientos positivos y las cosas buenas del día.
¿Por qué solo nos fijamos en las cosas negativas y no en las positivas?
Resulta que es una tendencia natural del cerebro, que está programado para sobrevivir, por ello el cerebro magnifica la tristeza y las posibles amenazas, en este caso la negatividad.
Para que recuperemos el equilibrio entre lo bueno y lo malo de tu vida, debes aprender a dejar a un lado lo negativo. Si estás triste o de mal humor, utiliza la regla de los 90 segundos y ¡Dale un giro positivo a tu día!
Cuando una emoción negativa nos invade, nuestro cuerpo tarda 90 segundos en procesar las hormonas del estrés y recuperar su estado normal, pero si después de eso tu sigues pensando en ello, te quedas atrapado en un círculo vicioso.
Cuando sientas una emoción negativa (pasando esos 90 segundos) de inmediato trata de pensar en cosas positivas, una canción que te ponga de buen humor, una palabra, una persona, ese último abrazo que te lleno de bienestar, etc… para ayudar a tu cerebro a eliminar la química negativa que se ha generado.