Un niño de 10 años de edad fue detenido y esposado antes de ser trasladado a una comisaría juvenil en Florida, donde pasó todo un día. El día de su detención, John, que sufre autismo, acudió a su colegio para realizar unas pruebas tras haber estudiado desde casa durante varios meses. Cuando el menor estaba sentado en un aula, dos policías llegaron para detenerle. El arresto se debió a un incidente ocurrido el pasado mes de noviembre en el que John agredió a un empleado escolar, que luego presentó demanda contra él. El pequeño fue acusado de la agresión, lo que se considera delito grave.