¡Escándalo al más puro estilo de telenovela, pero en la vida real! Un veterano empresario de 88 años ha sido blanco de una demanda millonaria interpuesta nada menos que por su ex amante. La mujer, identificada como Theodora Lee Corsell, de 67 años, asegura haber dedicado seis años de su vida no solo al romance secreto, sino también a labores profesionales sin recibir pago alguno. El acusado, James Greenwald, es un reconocido ejecutivo retirado de la firma Katz Communications, quien sigue legalmente casado con Marilee Greenwald, una mujer que, según testigos, “defiende su matrimonio como si fuera un campo de batalla”.
La demanda destapa un complejo triángulo amoroso
Corsell presentó la demanda formal por la suma de $2 millones de dólares. En el documento legal, argumenta que trabajó codo a codo con Greenwald mientras mantenían una relación extramarital. Además de fungir como asistente personal, asegura haber gestionado sus finanzas y hasta haber intervenido para protegerlo de chantajes de otras mujeres. “Fui su amante, su secretaria y su salvavidas financiero, y él me lo prometió todo… menos el divorcio”, declaró Corsell ante la corte de Nueva York.

Por su parte, el empresario asegura que nunca tuvo intención de abandonar a su esposa. Según fuentes cercanas, Marilee le habría dejado claro: “Prefiero verte seis metros bajo tierra antes que darte el divorcio. Solo hay una señora Greenwald y esa soy yo”. La pareja ha estado casada por más de 50 años, y a pesar de los conflictos, él sostiene que continuará en esa unión hasta el final de sus días. “Ella ha sido mi compañera toda la vida, no hay más”, expresó el magnate.
La demanda de Corsell también detalla que ella realizó tareas que iban mucho más allá de las de una asistente. No solo coordinaba reuniones y gestionaba papeles importantes, sino que además dice haber rescatado a Greenwald de una amenaza de extorsión por parte de otra mujer, quien presuntamente le exigía $3 millones de dólares. “Siempre estuve ahí para él, y cuando le pedí que me eligiera, me dijo que debía quedarse donde estaba”, añadió Corsell en su testimonio.
El abogado del empresario, Steven Mintz, ha declarado que la demanda carece de fundamentos sólidos y que su cliente no cederá ante lo que considera “presiones emocionales”. Mintz confirmó que Greenwald y su esposa continúan juntos y no hay intención de divorciarse. Sin embargo, en conversaciones privadas reveladas por Corsell, él habría dicho: “Te debo todo. Te prometo que te compensaré… algún día”.
Por ahora, el juicio promete estar cargado de revelaciones y tensiones que podrían poner al descubierto una historia llena de amoríos clandestinos, promesas rotas y millonarias demandas. La corte de Manhattan decidirá si Corsell recibirá los $2 millones que reclama por su tiempo y dedicación, o si todo quedará en un capítulo más del complicado drama de los Greenwald.