Christian Nodal prepara una gira en España, en la que asegura habrá gratas sorpresas y aprovechó su espacio con la prensa para hablar de la importancia de tomar terapia.

Para el recién galardonado en la ciudad española de Sevilla con el Premio Latin Grammy 2023, esa promesa con el público de dar siempre lo mejor “no es fácil” y admite que al estar en el escenario hay un ‘blackout’ (desconexión) con la vida personal e incluso con la salud física.
Yo he estado enfermo e híper triste en el escenario, pero al subir se me olvida todo lo que traigo”, revela, pero advierte que ha aprendido “con terapia y tiempo” a escuchar su cuerpo y a marcar límites.
Al pensar en sus primeros acercamientos con la música se le llena la mirada de nostalgia y confiesa: “no sé si tomé yo la decisión de iniciar en esto, desde muy chico en mi casa toda mi familia estaba llena de músicos y practicar algún instrumento estaba normalizado”.
El compositor no recuerda algún momento de su vida en donde la música no haya estado presente y reconoce que fue a los 12 años cuando empezó a luchar por ella.
A esa edad “mandé muy lejos la vida de la escuela, yo quería ser trompetista, me encantaba Arturo Sandoval, era mi ídolo”, afirma el cantante.
Seis años más tarde, el joven del norte de México ya era conocido por cantar con una voz privilegiada el género norteño tras haber publicado su primer disco «Me dejé llevar» (2017), con el que fue nominado a los Premios Juventud otorgados por Univisión.
Sobre cómo enfrentar la fama desde tan pequeño, cuenta que, aunque “el sueño de los músicos es que un montón de gente los escuche y los aprecie”, es difícil cuando “la vida se vuelve como una casa de cristal” donde todo es público.
Antes de terminar su respuesta, Christian Nodal rompe el tabú de su generación, mira a la cámara y dice: “le mando un saludo a mi psicóloga, a quien amo mucho y me ha ayudado bastante”.
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