El tequila que es un icónico de México no está exento de los efectos del cambio climático, lo que está obligando a que científicos apliquen ingenio y tecnología para proteger la bebida alcohólica predilecta de los mexicanos.
Al respecto, Miguel Ángel Domínguez, presidente del Consejo Regulador del Tequila (CRT), informó que tanto pequeños como grandes productores hacen uso de ciencia avanzada para la conservación de los microorganismos de los suelos, cuidado de fauna polinizadora, reproducción y sanidad de las plántulas de agave. Lo más importante para producir el tequila es el agave y los suelos fértiles.
Por ello, se tienen siete laboratorios fijos y móviles para realizar pruebas de calidad y salud de los microorganismos de los suelos, analizar la presencia de bacterias, agua, moléculas y átomos, etc.
La inversión realizada en los últimos diez años en materia de medioambiente por parte de la industria tequilera ronda alrededor de los 75 millones de dólares. Esta inversión en tecnología brinda certeza sobre el tipo de acciones a realizar para conservar sanos los suelos.