Un ejecutivo australiano ha sorprendido al mundo al transformar una antigua CUEVA de 250 millones de años en una lujosa vivienda moderna, invirtiendo más de 200.000 dólares en el proceso. Angelo Mastropietro, de 38 años, tomó esta radical decisión después de ser diagnosticado con esclerosis múltiple en 2020, una experiencia que lo llevó a replantearse completamente su estilo de vida y prioridades.
La impactante transformación comenzó cuando Mastropietro, antiguo jefe de reclutamiento, sufrió un episodio de parálisis temporal debido a su enfermedad. Durante este difícil periodo, reflexionó profundamente sobre su futuro: «Mi vida era realmente muy diferente antes de convertirme en un hombre de las cavernas», confesó. «Como la mayoría de la gente, quería trabajar en el mundo corporativo. Tuve un período en el que estuve prácticamente paralizado, que fue un catalizador para revisar dónde estaba, y adónde iba con mi estilo de vida».
En 2021, durante un viaje a Inglaterra, Mastropietro encontró la oportunidad perfecta cuando descubrió un anuncio inmobiliario que ofrecía una cueva ubicada en el bosque Wyre de Worcestershire, precisamente la misma en la que se había refugiado durante un día lluvioso en 1999. Este bosque es famoso por haber inspirado a J.R.R. Tolkien para crear su mítica Tierra Media, añadiendo un elemento casi mágico a la propiedad.

De antigua CUEVA abandonada a mansión subterránea
Lo que hace aún más fascinante esta historia es que la CUEVA había funcionado como una casa de cuatro dormitorios durante tres siglos antes de ser abandonada a finales de la década de 1940. Mastropietro no dudó en adquirirla por 62.000 libras esterlinas (aproximadamente 79.000 dólares) y comenzó inmediatamente el ambicioso proyecto de renovación.
A pesar de las limitaciones físicas impuestas por su enfermedad, el australiano asumió personalmente gran parte del trabajo. «Pasé 1.000 horas cortando y haciéndome paso a través de 70 u 80 toneladas de roca», relató Mastropietro, quien además excavó un pozo de 80 metros en la ladera para abastecer de agua a la vivienda. «Me encantan los desafíos», añadió con orgullo. «Casualmente mi apellido significa ‘el maestro de las piedras’, por lo que tal vez lo llevo en mi sangre».
El resultado final dista mucho de lo que podríamos imaginar como una vivienda prehistórica. La moderna casa-cueva cuenta con todas las comodidades actuales: calefacción por suelo radiante, wifi, agua corriente, amplios ventanales con marcos de roble que permiten la entrada de luz natural, una espaciosa terraza y un diseño interior minimalista con predominio del blanco. Esta impresionante transformación demuestra cómo la adversidad puede convertirse en el motor para cambios extraordinarios y redefinir el concepto de hogar.