En Derbyshire, Inglaterra, el pasado 6 de abril nació un bebé al cual sus padres nombraron Lucifer, hecho por el cual una abogada de dicho lugar aboga por el niño para que se cambie su nombre.
Sus padres no habían podido registrar al bebé, debido a que el Registro Civil estaba cerrado por la pandemia.
No te pierdas: ¡Lamentable! Fallece bebé luego de ser abandonada en hormiguero
A pesar que la abogada habló con los padres sobre los problemas que pudieran causarle al niño durante su vida, los padres se negaron y dijeron no ser religiosos, justificando que el verdadero sentido que le dan al nombre está en griego y significa ‘portador de luz y alba’.
Te puede interesar: ¡Conmovedor! Bebé sonríe al sentir a su mamá que acababa de fallecer
Finalmente la funcionaria aceptó registrar al niño con el nombre de Lucifer, no sin antes recordárles a los padres que en Nueva Zelanda dicho nombre está prohibido desde 2013.
No te puedes perder...