Para algunos el agua puede ser vital para vivir, pero para Tessa es una pesadilla.
Ella nació con una urticaria acuagénica, una rara condición que solo padecen menos 100 personas en el mundo.
Alergia a los besos ¿se puede?
Al entrar en contacto con el agua, se disuelve y dispara una serie de reacciones adversas como inflamación, dolor y lesiones como quemaduras. El simple hecho de tomar pequeños sorbos de agua, le provocan cortes en su lengua.
Tessa solo puede ducharse dos veces al mes, no
puede disfrutar de una alberca y tampoco de la lluvia. Sus lagrimas , el sudor y la saliva le provocan severas irritaciones.
“Es muy difícil lidiar con esta condición. Soy alérgica a mis propias lágrimas, saliva y sudor”.
“Sufro de cansancio muscular y náuseas. El problema surge cuando como algo con mucha agua, como frutas y verduras. Incluso beber agua
puede causar cortes en mi lengua”, cuenta la joven estadounidense.