Si alguna vez soñaste con alargar tu cumpleaños para seguir recibiendo regalos y pastel, toma nota de lo que hizo Sven Hagemeier. Este joven alemán se convirtió en leyenda tras celebrar su cumpleaños número 26 durante ¡46 horas seguidas! Su hazaña quedó registrada en el libro Guinness de los récords como el cumpleaños más largo del mundo. Y aunque suena divertido, la realidad es que la mayor parte de ese tiempo la pasó volando en avión… pero, eso sí, ¡con el corazón lleno de emoción!
El cumpleaños que desafió al tiempo
El ingenioso plan de Sven comenzó en Auckland, Nueva Zelanda, el primer lugar del planeta en recibir un nuevo día. Desde ahí tomó un vuelo hacia Sídney, Australia, para después embarcarse en un maratónico viaje hasta Honolulu, Hawái, cruzando husos horarios estratégicamente seleccionados. Así consiguió vivir su cumpleaños durante casi dos días completos, aplastando el récord anterior de 35 horas y 25 minutos que ostentaba Nargis Bhimji desde 1998.
“Siempre soñé con romper un récord Guinness, desde que era niño los veía en la tele y me preguntaba si algún día lo lograría”, confesó Sven tras alcanzar su meta. Al descubrir que podía aprovechar los cambios de horario para celebrar su cumpleaños por más tiempo, no lo dudó. Preparó su pasaporte, reservó vuelos y se lanzó a la aventura. “No fue precisamente cómodo estar tanto tiempo viajando, pero la emoción lo valió”, dijo con una sonrisa.

Sin embargo, no todo fue champaña y pastel. Sven admite que la mayor parte del tiempo estuvo en un asiento de avión, lidiando con el cansancio y el jet lag. “Pasé tantas horas sentado que sentí que cumplí años otra vez solo por el dolor de espalda”, bromeó. Eso sí, asegura que los mensajes de felicitación que recibió de sus amigos en cada parada hicieron que el esfuerzo valiera el doble.
Después de semejante aventura, Sven planea celebrar su próximo cumpleaños de manera más tradicional. “Creo que el siguiente lo pasaré en casa, con mi familia, en pantuflas y comiendo pastel en el sofá”, comentó. Aunque muchos ya le preguntan si se animará a romper su propio récord, él prefiere no pensarlo… por ahora.
Esta historia demuestra que, con creatividad y algo de locura, se pueden lograr hazañas únicas. Y tú, ¿te animarías a tener el cumpleaños más largo del mundo? Solo necesitas un pasaporte, varios vuelos y muchas ganas de celebrar.