En un mundo donde las dietas veganas y vegetarianas ganan terreno, la familia Anderson desafía todas las normas. Desde hace 17 años, su menú se compone exclusivamente de carne, principalmente cortes de ojo de bife. Joe, el patriarca de 57 años, y Charlene, su esposa de 42, junto a sus hijos Charlie (10) y George (8), aseguran sentirse más saludables y felices que nunca.
¿Locura o genialidad? Los secretos de una familia que vive a base de filetes y agua
La aventura carnívora comenzó a mediados de los 90, cuando Joe experimentó con una dieta alta en proteínas. Poco después, Charlene fue diagnosticada con la enfermedad de Lyme, y la carne roja se convirtió en su único alimento tolerable. Intrigados, la pareja se sumergió en la investigación de regímenes basados en grasas y carnes rojas, convencidos de que habían encontrado su fórmula para la vitalidad.

Inicialmente, su dieta incluía huevos, queso, suero, pescado, pollo y jamón. Sin embargo, descubrieron que nada los hacía sentir tan bien como la carne. «Cuantos más bifes comíamos, menos deseábamos otra carne», confiesa Joe. Hoy, su dieta es simple: carne hasta saciarse y agua. Sin sal, especias ni suplementos. Su gasto mensual en carne oscila entre 1.000 y 1.750 dólares.
Los niños Anderson tampoco siguen el camino convencional. Educados en casa, asisten a clases de historia en museos, ciencia en bibliotecas, ballet, arte y gimnasia. A pesar de su peculiar estilo de vida, nunca han sufrido burlas. Joe revela que los chocolates y caramelos son los únicos alimentos «no cárnicos» que sus hijos toleran, mientras que las frutas los convierten en «pequeños monstruos».
Para aquellos escépticos de las dietas cero carbohidratos, Joe tiene un mensaje claro: «No tienes que estar enfermo o con sobrepeso para beneficiarte de esta forma de comer. ¡No lo compliques! Cuando tengas hambre, come carne, y si tienes sed, bebe agua. Esta práctica es energética y limpia. Mi cuerpo y mente están más activos y sensibles a los 56 que cuando tenía 20».
También te puede interesar: Carín León conquista Europa: Su «Boca Chueca Tour» cruza fronteras