Las Jacarandas llegaron a México gracias a un jardinero imperial de Tokio, Tatsugoro Matsumoto, que al visitar nuestro quedó fascinado y decidió quedarse aquí a vivir, trayendo consigo Las Jacarandas.

Su increíble trabajo como jardinero comenzó a hacerse famoso, tanto, que el presidente Porfirio Díaz,le pidió se hiciera cargo de los arreglos florales de la residencia presidencial, instalada en aquel entonces en el Castillo de Chapultepec, así como del bosque que rodea el hermoso castillo.
De igual forma, los Matsumoto recomendaron al presidente Álvaro Obregón (1920-1924) plantar en las principales avenidas de la ciudad los árboles de jacaranda.

Gracias a las condiciones climatologías de nuestro país, las jacarandas se adaptaron rápidamente, tanto que se considera una flor nativa.
Cuando las jacarandas comienzan a floreces en el mes de marzo, enmarcan con sus tonos morados el inicio de la primavera.
Matsumoto jamás regresó a Japón, se quedó en la Ciudad de México hasta 1955, el año que murió a los 94 años.
