Expresa que el acto no coincide con su comportamiento habitual y sencillamente no es capaz de explicar o justificar lo sucedido.
Aunque esto sea cierto, el infiel intenta repartir la responsabilidad de sus actos en dos.
Quien es capaz de engañar en algún momento, lo podrá hacer en cualquier otro momento.
Lamentamos decir que esto raras veces ocurre, los infieles tienden a abrir las puertas para que las oportunidades se den, de allí que se les complica mantenerse al margen de situaciones que los sometan a tentaciones.
Irónicamente quien es infiel es muy desconfiado, por lo que tiende a pensar que los demás son capaces de actuar de la misma manera.
Cuando el sexto sentido percibe que hay algo más, generalmente lo hay. Puede ser que sea solo un amigo o amiga en un momento determinado, pero no se puede garantizar que sea el único vínculo en un período corto de tiempo.
Especialmente cuando hay cambios en relación al trabajo y a la dedicación al mismo, sin que existan motivos que los justifiquen, como un ascenso, un nuevo proyecto, etc, puede pensarse que esa absorción no proviene del trabajo precisamente.
Aunque esto es un bello gesto, normalmente esconde algo de fondo, una llamada que no se quiere desviar o atender o un mensaje que no responderán con comodidad frente a sus parejas.
Evidentemente siempre hay una primera vez, pero difícilmente coincidirá con el momento en el que dicen que ocurre.
Aunque esto sea cierto, la interacción entre dos depende de dos, si una persona no desea establecer contacto, tendrá múltiples maneras de evitarlo.
El amor requiere madurez y compromiso y muy especialmente que haga bien.
Definitivamente se necesitan dos personas para crear una relación exitosa. Solo se necesita una persona para hacerla fracasar y una de las maneras más sencillas es a través de la infidelidad.
¿Y tú, has sido infiel?
No te puedes perder...