¿Alguna vez te has preguntado por qué siempre estas ocupado y sientes que no resolviste nada?  Estudios explican que esto se puede deber a cinco razones muy comunes y que probablemente han ocurrido:  

 1. Te planteas muchas prioridades.

 Cuando pones el mismo énfasis en el trabajo, la vida familiar, en ejercitarte, salir con tus amigos, hacer tu voluntariado, actualizar tus redes sociales, te puedes encontrar realizando muchos proyectos al mismo tiempo y sólo completando algunos pocos.   Solución. Reduce tu lista de pendientes. El hecho de priorizar, implica que necesitas decidir cuál tarea es la más importante, comparada con todo lo demás. No puedes tener 20 prioridades. Definir sólo tres o cuatro asuntos relevantes en tu lista de tareas diarias, puede ayudarte a tener mejores resultados.   

2. Tratas de asistir a todas las juntas.

 Si estás siempre llegando tarde a tus compromisos o cancelándolos de último momento para atender otros asuntos, probablemente no estás dedicando el tiempo necesario a cada proyecto en el que estás involucrado. Agendar reuniones con sólo cinco minutos entre cada una, incluso para conversaciones breves, puede ser contraproducente.  Aunque parezca que estás aprovechando cada minuto del día, al final sólo te sentirás muy ocupado, sin que realmente puedas atender a cada uno de tus asuntos, e incluso corres el riesgo de perder oportunidades para avanzar realmente en tus proyectos.     3. Te distraes constantemente en Internet.  ¿Cada cuándo revisas tu correo electrónico o Facebook? Diversas investigaciones coinciden en que una persona promedio suele dedicar alrededor de dos horas diarias viendo sus redes sociales.  Solución. Si tu trabajo no requiere que estés al pendiente de tu correo electrónico, ni de tus perfiles en redes sociales; necesitas desarrollar un autocontrol, designar un tiempo y un lugar específico para distraerte y revisar tus cuentas.   

4. Estas haciendo varias cosas a la vez.

 Al tratar de completar muchas tareas al mismo tiempo, te será más complicado terminar cada una y te mantendrás constantemente con la sensación de estar ocupado.  Solución. Prueba otras estrategias. Esfuérzate por dedicar tiempo específico a una tarea y si llegas a sentir la necesidad de hacer otra cosa, primero pregúntate si es buena idea en ese momento o te estás permitiendo caer en la distracción.   5. Estás esperando que la productividad ocurra de la nada.  Observa cuáles son los momentos del día en los que te sientes más productivo o has identificado que trabajas mejor y desarrolla un plan que te permita aprovechar esos momentos. No se trata de sólo sentir que estás haciendo algo, sino que lo que estés realizando tenga un objetivo definido y una estrategia que te permita avanzar hacia tus metas.

Lo más nuevo

También puede interesarte

La Z 107.3 FM

Sigue las notas y las novedades más importantes del momento

Suscríbete